Cosas Mías

Los campeones del librecomercio ahora piden a gritos
la intervencion de su nuevo papa-estado
las bolsas se hacen bolsa al caer desde el ultimo piso yuppie
de wall street
los parasitos corren a las islas caiman
a enterrar a resguardo la plusvalia
mientras todos los compañeros que se fueron
escriben en los campos eliseos con grueso aerosol:
"marx tenia razon"

Hoy hace dos años que desaparecio Julio Jorge Lopez, la justicia argentina (para variar) no tiene una sola pista concreta del caso y la asociacion ilicita con fines de lucro llamada policia bonaerense aun no fue intervenida, asi va a ser dificil......

La justicia argentina tiene este tipo de cosas casi surrealistas, los juicios y todos los protagonistas parecen sacados de algun cuento fantastico donde todo es posible. Asi chaban juega a la victima en un papel preparado por abogados y psicologas a fin de convencer a los jueces, callejeros sabia que el recital anterior la gente salia casi afixiada por el humo de las bengalas dentro del local, sin embargo se seguian promocionando como el grupo de mayor parafernalia pirotecnica y ahora miran para otro lado, no aceptan que fomentaron el principio del fin y apuestan a movidas de sus fan adolescentes para crear un clima favorable, los padres de las victimas reciben esto como un cachetazo a sus justos reclamos. Los empleados municipales dicen que no lo inspeccionaron porque "estaba cerrado" y aun falta que se vea la responsabilidad el same que actuo tarde y mal y de la policia que actuo como siempre: para la mierda. Mientras tanto hay 194 victimas esperando justicia, yo no te olvido Lautaro, yo tambien espero justicia.

Romance del niño ciego
Archivado en: Letras — Pedro Conde @ 6:41 pm

-Dime madre,
¿son las rosas de seda como tu cara?
-Deliras hijo.
En un tiempo fue quizá, rosa mi cara
pero es el llanto rocío
que quema como la helada.

-¿Y por qué lloras, madruca?
soy tan feliz cuando cantas.
-Lloro porque tus pupilas
son estrellas apagadas
y yo quisiera, mi niño,
que tus ojos me miraran.
Dicen que Santa Lucía
es de ciegos abogada.
Si ella te diera la vista,
yo mis ojos le ofrendara.

-Pero si yo veo, madre,
con las pupilas del alma,
y todo lo que tú me cuentas
es como si lo mirara.
Luego en mis noches yo sueño
cosas bellas y fantásticas
que mi casa es un castillo
lleno de gentes de armas,
que soy el hijo de un rey
y tú la reina doña Blanca
y una gentil princesita
viene a ser mi desposada.

Imagina si de pronto
yo la vista recobrara
y viera que es una choza
y no un castillo mi casa,
que son pobres mis vestidos
y no es hermosa tu cara.
No ofrezcas, madre, tus ojos
por los míos a la santa.
Ciego siempre seré un niño
arrimadito a tus faldas
y no iré por esas sendas
tan oscuras y tan malas
donde dicen que los hombres
cuando caen, no se levantan.

No ofrezcas, madre, tus ojos
por los míos a la santa.
Si los que miran son ciegos
y no ven por dónde andan,
si no pueden tejer sueños
con realidades amargas,
déjame con las pupilas
que Dios me puso en el alma
que para ir por esta vida
con que tú me lleves, basta.

Disco: Realidad
Letra: María Morrison de Parker
de su libro de poemas infantiles “Mamboretá”
Música: Pedro Conde

Tomado de www.pedroconde.com.ar