Cosas Mías

En la noche de su virtual adios me empezo a dar vueltas por la cabeza esa idea. Con ella se iba mi ultimo cable, mi tabla de salvacion, solo me quedaba la ciudad y su realidad. A los que quise ya no podia darles nada, mi cuerpo era una estructura carcomida a punto del derrumbe. ¿Te acordas los dias de la vida, la sonrisa espontanea, los sueños imposibles? Todo habia pasado con la misma rapidez con que se hundio este puto pais. Te decia que en ese momento tome conciencia de lo finito de uno, la sensacion del ciclo cerrado. No podia echarle la culpa a nadie. ¿Quien podria cargar con este muerto? Definitivamente las culpas no cabian. Curiosos es que no habia bronca tampoco,solo una leve melancolia que se fue transformando en alivio cuando pase por tu ventana cayendo del septimo piso.