Cosas Mías

Los recuerdos nos sirven para muchas cosas, nos transportan a tiempos felices (y no tanto), nos preservan de nuevos errores y a veces nos envuelven en terribles paredes de melancolia de las que no podemos salir. Pensamos en lo que fue, lo que habria sido y lo que podra ser. Despertamos gritando en silencio su nombre despues de un dulce sueño y la realidad nos golpea con su foto en manos de otro. A veces nos conformamos con pequeñas cosas como su voz, sus gestos adivinados, su alegria lejana y entonces volvemos a dormir la siesta que elegimos con sus imagenes debajo de nuestras almohadas.

Salida con hijo menor (falto al cole, estaba muy tristeeeeeee...)
Como entrenar a un dragon (en 3d)

Temprano llegabamos de distintos lugares,

saludabamos compañeros de distintos rincones,

armabamos las banderas rojas que mas tarde

flamearian impresionantes sobre nuestras cabezas

Nunca puntualmente iniciabamos el acto

cantando con puños en alto La Internacional

recordabamos a los compañeros caidos

a los que no estaban

a los que habian quedado en los campos de concentracion

del proceso

a nuestros muertos y fundamentalmente

a nuestros vivos

(al fin y al cabo todo esto era para ellos y nosotros)

escuchabamos discursos encendidos

y realmente creiamos que el mundo

cambiaria de base

cerrabamos cantando Hijos del Pueblo

vivando a Marx, el Che, Rosa Luxemburgo y Palacios

y nos despediamos con el rostro pleno

hermosos, jovenes e inmensos para toda la vida